Cuevas de Puente Viesgo, Patrimonio de la Humanidad.

La cuevas de Puente Viesgo están situadas en esta localidad cántabra, a unos 30 kilómetros de Santander. Para ir a las cuevas, se tiene que coger la carretera N-623 hasta Puente Viesgo, al llegar al pueblo nos meteremos hacia la derecha hacia el Monte Castillo por el lugar señalizado.

miércoles, 11 de julio de 2012

1ª CONFERENCIA SOBRE PREHISTORIA

"LA CUEVA DEL MIRÓN EN RAMALES DE LA VICTORIA"

por Lawrence G. Straus, Catedrático de prehistoria de la Universidad de Nuevo México.

Cantabria y Santander necesitan un gran museo de prehistoria. Así concluía Lawrence Guy Straus, catedrático de prehistoria de la Universidad de Nuevo México y codirector de las excavaciones de la cueva del Mirón en Ramales de la Victoria, la primera de las trece conferencias sobre prehistoria que por vigésimo segundo año, organizadas por la Sociedad de Amigos de las Cuevas del Castillo, se celebrarán en el Balneario de Puente Viesgo, todos los miércoles de julio, agosto y septiembre de 2012 a las ocho de la tarde.

Ante un centenar de personas, durante casi hora y media, bajo el título de "La Cueva del Mirón en Ramales de la Victoria" el Catedrático Lawrence G. Straus hizo un repaso de sus experiencias, anécdotas y resultados científicos de los 16 años de excavaciones en la cueva del Mirón. (1996/2011).

La primera vez que entró en la cueva, allá por el año 1974, sufrió un accidente al caer, en el interior de la cueva, en una trinchera excavada seguramente por buscadores furtivos, pero fue a partir de 1996 dentro del proyecto de investigación en la cueva del Mirón junto con el Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria y Director del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria Manuel Ramón GonzálezMorales, cuando se inician las excavaciones en una cueva descubierta por el padre Lorenzo Sierra y Hermilio Alcalde del Río a principios d el siglo XX, y en la que hasta las primeras prospecciones realizados en 1996 se creía que la cueva además de encontrarse completamente revuelta, no tenía un yacimiento de una entidad relevante para la ciencia prehistórica, opinión de la que participaba el abate Henri Breuil. Los primeros sondeos realizados en 1996 en una zona minuciosamente seleccionada mostraron una secuencia de ocupaciones humanas muy bien conservada en el vestíbulo de la cueva, que había estado en uso como corral hasta ese momento. Los investigadores comprobaron que toda la parte superior del depósito estaba integrada por restos de cabañas y acampadas que iban desde los inicios de la Edad de Bronce hasta los momentos más antiguos del Neolítico regional (entre 3.500 y 5.700 años atrás), encontrando restos de hogares, piedras y cantos rodados con huellas de haber sido utilizado en la cocción y preparación de alimentos, habiéndose hallado distintos tipos de granos y otros vegetales cultivados de gran importancia para llegar a saber los momentos de su introducción en la zona..

Señaló L. G. Straus que en sucesivas campañas las excavaciones y sondeos han permitido establecer que la cueva del Mirón tiene una de las secuencias estratigráficas más completa de la cornisa cantábrica que va desde la Edad del Bronce hasta la época musteriense de alrededor de 42.000 sin calibrar datados por el método de carbono 14, pasando por restos de período solutrense y magdaleniense, siendo este período en su fase inferior a la que corresponden los restos de ocupación más potente indicando una mayor ocupación de la cueva durante ese período.

La cueva del Mirón, forma parte del sistema cárstico del Monte Pando, donde se desarrollan otras cuevas como La Cullalvera, La Luz, El Horno, La Haza, y Covalanas, conocida por sus ciervas rojas punteadas y situada en cima de la cueva del Mirón. Se encuentra actualmente a 260 metrossobre el nivel actual del mar a una distancia de 27 km de la costa que en el período de máximo frío del solutrense estaba unos seis kilómetros más alejada. Situada en una zona alta, en al confluencia de los ríos Asón y Agüera y muy cercana en aquella época a las nieves perpetuas por lo que era habitada estacionalmente en verano, siendo su la caza de cabras su actividad cinegética principal constatado por la gran abundancia de restos encontrados, habiéndose comprobado que durante el período magdaleniense su ocupación fue más intensa.

Se han encontrado multitud de restos líticos, diversos tipos de sílex siendo el de mejor calidad el procedente de la costa de Vizcaya y agujas de hueso algunas tan finas que permitirían coser con fibras vegetales. Destacó la aparición de más de 80 conchas de moluscos marinos, bastantes de ellas perforadas para su uso como adorno, bien formando parte de collares o cosidas a la ropa, y procedentes muchas de ellas del Mediterráneo, lo que indica la comunicación, intercambio y posible comercio.

Comentó L. G. Straus que en las excavaciones del año 2004 se halló un omoplato o escápula de ciervo macho en el que aparece grabada la cabeza de una cierva realizada con la técnica del trazado múltiple (estriado), muy similar en cuanto al motivo y la técnica a las aparecidas en las cuevas del Castillo de Puente Viesgo, Altamira donde se encontraron tanto en soporte mueble (escápulas) como gravadas en las paredes de las cuevas como también aparecen en la cueva de Llonín del municipio asturiano de Peñamellera Alta limítrofe con Cantabria y lo que pone de manifiesto que un mismo grupo o banda tribal ocupaba o se movía en el período magdaleniense, dentro de los límites de lo que fue Cantabria al menos hasta la época de las Asturias de Santillana, realizando un arte único que no se encuentra en ningún otro lugar ni en Francia ni en Asturias ni en el País Vasco. Llama la atención que el lugar de la cueva donde fue hallada esta pieza al igual que las de similar factura descubiertas en las cuevas del Castillo y Altamira, estaba en algo parecido a un basurero, como si hubiese sido tirada y abandonaba.

Ahora bien lo más relevante de la conferencia quizás estuviese en la extraordinaria relevancia que atribuyó al hallazgo en la campaña de 2010, de un enterramiento humano de época magdaleniense inferior datado en 19.000 años (sin calibrar) según el método del carbono 14, único en la península ibérica en la época magdaleniense. Se trata de un enterramiento secundario, es decir los huesos estaban revueltos y no se encontraban en su primera ubicación, fueron trasladados y enterrados donde ahora se han encontrado cuando estaban prácticamente limpios, salvo algunos de ellos como los huesos menores del pie se han encontrado en conexión anatómica, por lo que se entiende que debían estar aún unidos por cartílagos o tendones.

Se trata de un esqueleto incompleto de una mujer de unos 30 años, al que le falta el cráneo y los huesos largos, húmeros, cubitos, radios y fémures, habiéndose conservado una mandíbula, partes de una tibia con marcas de haber sido mordida por un carnívoro, quizás un lobo, los huesos de los pies, de una escápula y de la pelvis y todos ellos estaban completamente cubiertos por abundante polvo rojo ocre y algo brillante que también ha impregnado y se aprecia con total claridad en toda la capa de tierra que los cubría.

Para finalizar hizo una llamada general a la sociedad cántabra para que haga lo necesario para que Santander y Cantabria cuenten con un gran museo arqueológico donde no sólo puedan exhibirse al público general y especializado las piezas y restos arqueológicos procedentes de los yacimientos cántabros contribuyendo al prestigio y difusión de Cantabria proponiendo una oferta del turismo cultural único, sino siendo asimismo un lugar de estudio e investigación para arqueólogos y prehistoriadotes de todo el mundo, insinuando o más bien proponiendo su ubicación en un noble edificio histórico ahora desocupado en el centro de Santander.

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